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Mi vida sin Internet...

Hola a todos. Me llamo Mariano Castro y les voy a cortar una de las peores cosas que me ha pasado en la vida. Peor que tu novia te deje, que tu hámster se muera o que falte la profesora cuando a vos justo se te ocurre estudiar, ¡¡QUE SE TE QUEDE LA COMPUTADORA SIN INTERNET!! Les voy a contar un poco este suceso paranormal que ocurrió trágicamente en mi vida…

Todo empezó un lunes, mi 1º día oficial de vacaciones de invierno.  Me levanto a eso de las dos de la tarde, temprano en días vacacionales. Estaba en mi casa calentito, mientras que afuera llovía a cántaro. El día estaba oscuro y el cielo tenía más roña que lo gallumbos de Frodo Bolsón.  Clickeo el ordenador para prenderlo, porque estaba suspendido. Lo dejo toda la noche para que se me bajen películas o juegos según el día. Me pongo mi musiquita, llamo a mis amigos para que se conecten al Counter para jugar.  El Counter Strike, para los que no estén muy familiarizados, es el juego que crea más adicción que Elsa Pataky.

Hasta ahora estaba siendo el día perfecto.  Tras cuatro horas seguidas jugando al Counter, decido parar para descansar un poco los ojos que están ya casi inyectados en sangre. Fui a la cocina a hacerme un bocata. Cuando llego al ordenador, para seguir viciándome, me fijé que el server al que estaba conectado en el Counter se había cerrado. Busqué el server, puse la contraseña, e intenté entrar en él. Eran cosas que pasan. Se estaba cargando, pero justo al llegar al final me apareció una ventana, donde decía: “Conection Failed”.  Yo, sin alterar ni el pulso ni el tono de mi voz dije: “ la re pu** madreeee!!”, volví a conectar y conectar y volví a intentar una vez más. Pensé, bueno sí  cierro y abro el juego a ver qué pasa. Lo cierro y voy al Msn y se había desconectado! Se me subió el pulso a cuatrocientos, justo cambio la mirada hacia abajo y aparecía “Acceso a Internet Desconectado”.  En ese momento vi mi vida como en una diapositiva. Este momento sólo puede ser comparable como una buena patada en el miembro izquierdo.  En ese instante no sabía qué hacer, lo probé todo: apagar y prender el router, reiniciar el ordenador, y lo más trágico: LLAMAR A TU COMPAÑÍA TELEFÓNICA… Las chicas de tu compañía telefónica están totalmente adiestradas para tragarse toda la basura que le quieras echar en la cara. Esperé pacientemente a que me atendiese uno de esos chavales repelentes para preguntarle de tal avería, y me respondió que había un fallo en el sistema y estaban viendo para repararlo en las próximas horas. Tal era mi indignación que le solté toda clase de barbaridades y colgué. ¿Que iría a hacer sin alma? Mi vida ya no sería lo mismo.

Al otro día, desesperado en mi comienzo matinal, no sabía qué hacer. No tengo televisión en casa, ya que por internet se pueden ver miles y miles de canales de todas partes del mundo, lo veo por… no voy a decir la página, no le voy a hacer publicidad a Justin. Lo único tecnológico que tengo en casa es mi ordenador (inútil sin internet), y mi móvil. Mis amigos me llamaron para ver si me conectaba, les cuento mi situación y se me ríen en la cara… Vuelvo a llamar a la compañía y me dicen que no saben lo que es. Me pidieron mis datos para verificar el pago del servicio pero todo está en orden. Me dicen que cuando tengan noticias me llamarían. Al colgar pensé que sería mi vida sin internet. 

Me acuerdo de que no hace mucho tiempo atrás ni siquiera tenía computadora, y es más, ni siquiera sabía lo que era Internet, era la NASA para mí. Pero ahora el que no tiene computadora es un ignorante, un imbécil. Internet nos simplifica la vida a tal punto que Wikipedia y Google es `el cerebro que nunca tuvimos´.  Es más fácil preguntarle al Tito Google “recetas rápidas”, que llamar a mi madre o abuela para preguntarle. Estamos tan acostumbrados que si un día les pasa lo que me pasó a ustedes, mis queridos lectores, no podrán soportar el trauma. Formamos parte de otro tipo de religión, estado social y partido político, formamos parte del Cyber-Espacio y tan solo estamos capacitados para una cosa: Navegar.

Bueno al final con tanta cosa se me olvido contar el final de la historia. Después de pasados dos semanas, tres días, 4 horas y dieciocho minutos; me llamaron de la compañía para decirme que ya arreglaron el problema, pero no me quisieron decir que fue. Voy re emocionado a la computadora, la enchufo, prendo el router y mi sensación fue como a la de ver a tu hijo nacer. Mi vida volvió a la normalidad. Abrí como treinta y cuatro mil ventanas para ponerme al día desde que se fue mi fiel compañero, internet.

En la actualidad no podríamos vivir sin internet, y menos sin tecnología. Es nuestra forma de ser, nuestra calidad de vida, y lo que nos llevará al final…

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